El gobierno está redactando enmiendas al código penal del país para incluir disposiciones específicas sobre el ciberacoso, ya que las leyes actuales no proporcionan suficiente protección jurídica a las víctimas del ciberacoso, según la ministra de Justicia, Azalina Othman Said.
“Las enmiendas propuestas, además de proporcionar una interpretación del ciberacoso, lo clasificarán como un delito específico en Malasia”, dijo Azalina en un comunicado.
El ministro dijo que las autoridades también estaban redactando una nueva ley que impondría la carga de la responsabilidad a los proveedores de servicios en línea a la hora de abordar los problemas de seguridad y el ciberacoso, en particular el contenido dañino que involucra a víctimas menores de edad.
La ley propuesta daría a las autoridades el poder de “proteger a todos los usuarios de Internet, especialmente a los niños”, dijo.
Según los medios locales, el camionero B Sathiskumar, uno de los dos sospechosos acusados en relación con la denuncia de acoso cibernético de Rajeswary, se ha declarado culpable de hacer comentarios obscenos con la intención de herir a otros.
Se enfrenta a una multa de hasta 50.000 ringgit (10.700 dólares), un máximo de un año de prisión o ambas cosas. El tribunal pospuso su sentencia en espera del juicio por un segundo cargo de publicar comentarios obscenos destinados a ultrajar la modestia de la madre de la víctima.
El segundo sospechoso, Shalini Periasamy, se declaró culpable de utilizar lenguaje soez para incitar a la ira y alterar el orden público. Shalini publicó vídeos de sus amenazas contra Rajeswary en su cuenta de TikTok.
Shalini fue condenada a pagar una multa máxima de 100 ringgit por su delito, que se consideró un delito menor.
La policía dijo que un hombre había presentado una denuncia por separado después de la muerte de Rajeswary, por dos publicaciones de TikTok de dos cuentas diferentes que supuestamente imponían cargos y amenazas contra el influencer, según informes de noticias locales.
La cuestión también estuvo en la agenda del Parlamento, donde los parlamentarios subrayaron que los ciberacosadores no deben ser considerados responsables de mensajes ofensivos que podrían conducir al suicidio, como en el supuesto caso de Rajeswary, y pidieron al gobierno y a las autoridades que actúen.