ESTACIÓN UNIVERSITARIA, Texas — En los centros comunitarios de todo el país, las personas mayores se reúnen en clubes de lectura, partidos de ajedrez y clases de arte. Según una nueva investigación, estos centros sociales de estimulación mental pueden ser más que una simple diversión: pueden ser clínicas no oficiales de salud cognitiva.
Este estudio muestra que participar en actividades recreativas cognitivamente estimulantes (CSLA) puede ser la clave para preservar la función cognitiva en adultos mayores con deterioro cognitivo leve (DCL). Esta investigación ofrece esperanza para quienes desean prevenir el deterioro cognitivo y potencialmente reducir su riesgo de desarrollar demencia.
Realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Texas A&M, este estudio examinó la relación entre los distintos niveles de participación en CSLA y la función cognitiva entre adultos mayores con deterioro cognitivo leve durante un período de ocho años. Sus hallazgos sugieren que niveles más altos de participación en actividades como leer, jugar juegos de palabras y realizar pasatiempos pueden beneficiar significativamente la memoria, el recuerdo y la atención y la velocidad de procesamiento.
Deterioro cognitivo leve Es una afección que afecta a muchos adultos mayores y provoca cambios marcados en las capacidades cognitivas, pero no lo suficientemente graves como para interferir con la vida diaria. Esta afección suele considerarse un signo temprano de una afección más grave, como la enfermedad de Alzheimer. Dado que se espera que la prevalencia de la demencia aumente al 23,5% para 2060 (aproximadamente 14 millones de personas) en los Estados Unidos, es fundamental encontrar formas efectivas de mantener la función cognitiva.
Los investigadores analizaron datos del Estudio de Salud y Jubilación, un estudio a largo plazo sobre el envejecimiento en Estados Unidos. Se centraron en 5.932 participantes de 50 años o más que tenían deterioro cognitivo leve al inicio del estudio en 2012. A estas personas se les dio seguimiento hasta 2020, y se evaluó su función cognitiva cada dos años.
Los participantes se dividieron en tres grupos según su nivel de participación en CSLA: bajo, medio y alto. Las actividades a considerar incluyen leer libros o periódicos, jugar juegos de palabras como crucigramas, jugar a las cartas o al ajedrez, escribir y trabajar en pasatiempos o proyectos.
Resultados publicados en Revista de mejora cognitivamuy llamativo. Aquellos en el grupo de alta participación en CSLA demostraron consistentemente niveles más altos de funcionamiento cognitivo en comparación con los grupos medio y bajo. Aún más alentador es que el grupo de alta participación logró mantener niveles relativamente estables de función cognitiva durante el período de ocho años, mientras que los otros grupos experimentaron descensos más significativos.
“También encontramos diferencias significativas en las tres funciones cognitivas entre los años con una pendiente descendente, pero las diferencias entre 2014 y los otros años del conjunto de datos examinados no fueron significativas”, dijo el Dr. Junhyoung “Paul” Kimprofesor asociado de comportamiento de salud en Texas A&M, en un comunicado.
Esta investigación se basa en teoría de la reserva cognitivalo que sugiere que participar en actividades mentalmente estimulantes a lo largo de la vida puede ayudar a construir una “reserva” de función cognitiva. Estas reservas pueden utilizarse a medida que envejecemos, lo que podría ayudar a compensar el impacto del deterioro cognitivo.
Los investigadores descubrieron que participar en CSLA al menos tres o cuatro veces por semana parecía proporcionar los mayores beneficios. Esta frecuencia de participación se asoció con un mejor rendimiento en todos los dominios cognitivos medidos: memoria, memoria de trabajo y atención y velocidad de procesamiento.
Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para la salud pública y la investigación sobre el envejecimiento. Sugirieron que promover la participación en pasatiempos estimulantes, especialmente entre los adultos mayores con deterioro cognitivo leve, podría ser una estrategia valiosa para mantener la salud cognitiva y potencialmente retardar la progresión de un deterioro cognitivo más grave.
Sin embargo, los investigadores observaron que existen barreras para la participación en CSLA para muchos adultos mayores con deterioro cognitivo leve. Estas barreras pueden incluir falta de recursos, problemas de accesibilidad y necesidad de apoyo del cuidadorSugieren que los servicios de salud pública y las redes de apoyo comunitario pueden desempeñar un papel importante para superar estas barreras y permitir que más personas mayores participen en estas actividades beneficiosas.
Aunque este estudio proporciona pruebas sólidas de los beneficios de CSLA, es importante señalar que el deterioro cognitivo está influenciado por muchos factores, incluida la salud general, la genética y el estilo de vida. actividades mentalmente estimulantes es sólo una pieza del rompecabezas para mantener la salud cognitiva a medida que envejecemos.
“Además, esperamos que los obstáculos para lograrlo, como la falta de apoyo de los cuidadores y las limitaciones financieras, puedan superarse mediante servicios de atención pública y redes de apoyo comunitario más sólidos”, concluyó Kim.
Sin embargo, esta investigación ofrece un mensaje alentador: al participar en actividades agradables y estimulantes mentalmente, los adultos mayores pueden desempeñar un papel activo en el mantenimiento de sus capacidades cognitivas. Ya sea resolver un crucigrama diario, unirse a un club de lectura o aprender un nuevo pasatiempo, estas actividades recreativas pueden hacer más que simplemente pasar el tiempo: pueden ayudar a mantener nuestra mente alerta hasta una edad avanzada.
Resumen del artículo
Metodología
Los investigadores utilizaron datos del Estudio de Salud y Jubilación, que encuesta a una muestra representativa de estadounidenses mayores de 50 años cada dos años. Se centraron en participantes que experimentaron deterioro cognitivo leve en 2012 y los siguieron hasta 2020. La función cognitiva de los participantes se evaluó mediante evaluaciones estándar de memoria, memoria de trabajo y velocidad de atención y procesamiento. Los investigadores también recopilaron información sobre la frecuencia con la que los participantes participaban en diversas actividades recreativas cognitivamente estimulantes. Luego utilizaron análisis estadístico para examinar cómo los diferentes niveles de participación en actividades (bajo, moderado, alto) se relacionaban con los cambios en la función cognitiva a lo largo del tiempo.
Resultados clave
El estudio encontró que los participantes que participaron en altos niveles de actividades recreativas cognitivamente estimulantes (CSLA) demostraron un mejor funcionamiento cognitivo en todos los dominios medidos en comparación con aquellos que participaron de manera moderada o baja. El grupo de alta participación mantuvo una función cognitiva más estable durante el período de estudio de ocho años. Específicamente, obtuvieron mejores resultados en pruebas de memoria, memoria de trabajo y atención y velocidad de procesamiento. Los investigadores descubrieron que participar en CSLA al menos tres o cuatro veces por semana parecía proporcionar los mayores beneficios.
Limitaciones del estudio
El estudio no diferenció entre diferentes tipos de deterioro cognitivo leve, que pueden tener diferentes síntomas y tasas de progresión. El estudio tampoco comparó a los adultos mayores con deterioro cognitivo leve con aquellos sin deterioro cognitivo leve, lo que podría proporcionar información adicional. Además, los investigadores no pudieron controlar todos los posibles factores que podrían influir en la función cognitiva, como acontecimientos vitales inesperados o cambios en el estado de salud durante el período del estudio.
Discusión y conclusión
Los investigadores enfatizaron que sus hallazgos respaldan la teoría de la reserva cognitiva, que sugiere que participar en actividades mentalmente estimulantes puede ayudar a construir una “reserva” de función cognitiva que puede usarse más adelante en la vida. Sugieren que promover la participación en CSLA puede ser una estrategia eficaz para mantener la salud cognitiva en adultos mayores con deterioro cognitivo leve. Sin embargo, también señalaron la importancia de superar las barreras a la participación, como la falta de recursos o de apoyo de los cuidadores. El estudio sugiere que adaptar un programa CSLA a las necesidades y preferencias de un individuo puede maximizar sus beneficios.
Financiamiento y divulgación
Este estudio utilizó datos del Estudio de Salud y Jubilación. Los investigadores no informaron ninguna financiación específica para este análisis ni ningún conflicto de intereses.